miércoles, 19 de junio de 2013

Faltó poco que la actual Chequia fuera una provincia romana

La noticia es antigua, pero no deja de ser una cuestión interesante los hallazgos que se producen por toda Europa del paso de las legiones romanas, sus movimientos y actividades. En muchas ocasiones no solo proporcionan objetos sin más, sino que los estudios pueden revelar algo más allá, por ejemplo cómo se desarrollaron las campañas de algunos emperadores que nos han trasmitido los historiadores romanos, de las que carecemos de grandes detalles.

En ocasiones estas campañas tuvieron un alcance difícil de adivinar, aún leyendo entre líneas la Historia y la arqueología nos proporciona algunas ayudas valiosas. Y en este caso el alcance fue muy superior a lo que tradicionalmente se había pensado leyendo los textos romanos.

Quizá el título sea excesivo, algo periodístico, pero tiene un fondo interesante del alcance de las campañas del emperador Marco Aurelio (aquí):

En la ciudad de Olomouc, en la parte oriental de la República Checa, los arqueólogos realizaron un espectacular descubrimiento: excavaron los restos de un campamento militar romano del período de las guerras marcómanas, libradas entre los años 166 y 180 de nuestra era.


Con su descubrimiento, los arqueólogos checos confirmaron las noticias de autores de la Antiguedad de que los guerreros del emperador Marco Aurelio habían penetrado en profundidad en el territorio bárbaro, con el fin de implantar una nueva colonia en el territorio que ocupa hoy en día la República Checa y hace casi 2 mil años habitaban las tribus bárbaras de los marcómanos y quados. 

El hallazgo del castro romano en la ciudad de Olomouc, en Moravia, ha causado por eso un gran revuelo entre historiadores de Europa Central. Al lugar acudieron sin demora especialistas en Historia Romana de Alemania, Austria y Eslovaquia, y todos confirmaron las conclusiones de los arqueólogos de Olomouc.
El sorprendente descubrimiento de que soldados romanos hayan pisado también el suelo de la actual Olomouc cambia no sólo la historia de la ciudad sino de toda Europa Central. Es que los historiadores suponían hasta el momento que los romanos no se hubieran aventurado demasido lejos al norte del río Danubio. 

Esta hipótesis era confirmada por los arqueólogos ya que campamentos militares romanos, denominados "castros", han sido descubiertos en Europa Central tan sólo en Baja Austria, Eslovaquia Sudoccidental y Moravia del Sur. El campamento romano más septentrional ha sido hallado hace poco en el pueblo de Modrice, en las cercanías de la metrópoli morava Brno. El campamento descubierto en Olomouc pone en evidencia que los romanos se aventuraban, siguiendo el curso del río Morava, todavía 70 kilómetros más al norte. 

Los romanos asentaron su castro de Olomouc en un lugar estratégico, en una loma desde la cual se domina un amplio paisaje y donde había una fuente. 

El arqueólogo eslovaco Titus Kolník avanza la hipótesis de que los soldados romanos del campamento de Olomouc quizás estuvieran en contacto con la legión romana, estacionada en el castro de Trencín, en Eslovaquia, y juntos custodiaran los desfiladeros de la sierra en la actual frontera checo-eslovaca y conocida como Cárpatos Blancos. 

El descubrimiento del campamento de Olomouc plantea también otros interrogantes. ¿Habrían avanzado los romanos todavía más al norte? El mapa del cartógrafo Claudio Ptolomeo del segundo siglo de nuestra era representa todo el mundo conocido en aquel entonces. El especialista en geodesia Ján Hurník, de Eslovaquia, identificó las denominaciones de algunas sedes actuales con los nombres del mapa. Según el ingeniero eslovaco, Lugidunum es la ciudad de Opava, situada en los confines septentrionales de la República Checa. Y Austia es la actual Wroclaw, en Polonia. 

Los historiadores consideran, sin embargo, poco confiable el mapa de Claudio Ptolomeo.De esta manera, sólo nuevos descubrimientos, tan espectaculares como el hallazgo de Olomouc, pueden revelar hasta dónde habrán llegado las legiones romanas al norte del Danubio.



jueves, 6 de junio de 2013

Se acerca el Natalicio de las Águilas



Hoy les voy a contar una historia personal, muy personal. Me gustaría compartir con ustedes la historia del “Natalicio de las Águilas”, que es un empeño, casi una cabezonería, con la que llevo más de una década. Para quienes no sepan lo que es, se trata de un evento que conmemora el nacimiento de la Legio VII, esa unidad militar que forma parte indisoluble de la historia de León y de todo el noroeste peninsular.
Nació en una de esas conversaciones de “barra de bar”, cuando un grupo de amigos criticábamos de todo, la desmemoria histórica del personal, lo mal que lo hacen las instituciones, que todo estaba por hacer, etc, y repasábamos efemérides importantes que nunca se recordaban y mucho menos celebraban. Hay paises que por mucho menos preparan grandes fastos en el centenario de la batalla de Trafalgar, o en el aniversario de tal batalla de la Guerra Civil americana, sin ningún tipo de reparo, pero en España parece que nos avergonzamos de nuestra historia, ya sea reciente o remota.
El caso es que casi todos los paises suelen exhibir su historia sin demasiados complejos, incluso lo más vergozoso, pero en España existe un pudor insuperable por rememorar hechos de nuestro pasado común, ya sean buenos o malos. Aunque no lo crean existen muchos hechos brillantes, pero acostumbramos oscurecerlos o preferimos recordar solo los más vergonzosos.
En esas estábamos cuando empezaron a salir fechas importantes para León. Solo las fechas que proporcionó el Reino de León darían para un libro, además de la Guerra de la Independencia, claro. Y uno, que siempre ha cojeado por lo romano, donde las fechas son más caras…, caras por escasas me refiero, recordó el nacimiento de la Legio VII, del cual se sabe día, mes y año, que para esa época es toda una carambola… De todas las legiones que levantó en armas Roma, creo que solo se conoce la fecha exacta de nuestra legión.
Desfile en 2005Y además en León se guardan varias inscripciones romanas alusivas a ese cumpleaños con el nombre original. “Ob natalem aquilae“, reza en varias de ellas, vamos que la fecha y el nombre nos lo daban hecho nuestros antepasados, aunque no tomamos la traducción exacta de la festividad, que sería el “nacimiento del águila”, sino que lo elegimos en plural (las águilas). Esta advertencia es cortesía para esa especie en extinción que aún sabe algo de latín, declinaciones y demás. Bueno, vayan a ver los pedestales al Museo de San Isidoro solo por curiosidad.
Así que, alguien propuso por qué no intentábamos hacer algo cada año, en ese mismo día, es decir cada 10 de junio, para recordar el nacimiento de la legión. Un cumpleaños, vamos. Y todos los años aquí nos tienen enfrascados preparando este recordatorio, con la asociación Promonumenta y con el arqueólogo del Ayuntamiento, Victorino, embarcados en esta aventura.
Cartel de las conferencias de 2008
Siempre hemos hecho un programa muy cultural. Siempre ha habido conferencias intentando no repetirnos, algo muy difícil, porque suele haber un público numeroso y muy fiel que nos sigue año tras año y por lo menos merece un respeto. Hemos contado en varias ocasiones los hallazgos de las excavaciones de León, que era indispensable, hemos traído historiadores como Juanjo Palao, especialista en la Legio VII Gemina, que también suele recordar la efemérides, aunque le pille corrigiendo exámenes en la Universidad de Salamanca o viajando a cualquier parte del mundo. Han pasado muchos arqueólogos, explicando sus descubrimientos en otros campamentos romanos, como Rosinos de Vidriales. Y hasta nos han contado cómo era el templo paleocristiano de Marialba de la Ribera.
Se han hecho varias exposiciones en colaboración con la que fue Caja España , entre las que recuerdo muy gratamente la que titulamos “Armamentarivm” en junio de 2005, con reproducciones de armas, corazas y prendas legionarias procedentes de la “reconstrucción histórica”, pertenecientes a la Legio VIIII Hispana y una tienda especializada en estos temas llamada Armillum, cuyo dueño, Jorge Mambrilla, vino a darnos una charla memorable con otro experto en la materia, mi buen amigo Carmelo Fernández, conjugando investigación y reconstrucionismo. Lo serio y lo lúdico, rigor total y divulgación en estado puro.
Y ahí abrimos la caja del reconstrucionismo histórico, una afición casi inédita en España en aquellos tiempos y que aún hoy es poco conocida. En la celebración siempre me ha gustado que hubiera algo de “reconstrucción histórica”, que para mí es la mejor conferencia o la mejor exposición, por que está viva y nos enseña a todos, incluso al especialista más pintado. Y en este sentido hemos tenido años mejores y años peores. La Legio VIIII Hispana colaboró dos años de forma voluntaria, sin percibir un solo euro y costeándose sus desplazamientos. El último año que vinieron aún lo recuerda mucha gente por que instalaron un campamento en el Jardín del Cid y allí estuvieron durante dos días desfilando y viviendo como hacía 2.000 años lo habían hecho los legionarios de la séptima.
Hasta que los vientos cambiaron de dirección y el reconstrucionismo desapareció en León. Y eso fue una de las muchas cosas raras que ocurren en este país, cuando de repente algo pasa a ser “políticamente incorrecto”. Como les decía, hemos tenido años mejores y peores, e incluso años que directamente hemos tirado la toalla, aunque después volviéramos a intentarlo. Y en esto no ha tenido nada que ver “la crisis”, sino más bien la actitud de algunas instituciones
En el año 2011 volvimos otra vez por esta senda y contactamos con otro grupo, esta vez para algo más sencillo, como un desfile por las calles del viejo León a la par que enseñábamos las criptas arqueológicas de la ciudad. Era (y sigue siendo) un grupo también modesto, procedente de la vecina Astorga donde se organizaba una legión que habían bautizado como Legio VI Victrix, que a día de hoy es el único grupo de estas características en la provincia de León y con el que me gustaría volver a contar para este año, ya que están haciendo un considerable esfuerzo por avanzar hacia un mayor rigor histórico.
Hay otras ciudades que cuentan con grandes eventos. Nuestros vecinos gallegos, de Lugo, tienen su Arde Lucus, a medio camino entre la fiesta popular y el reconstrucionismo, gracias a la calidad de los grupos que se han organizado allí. En 11 años que lleva el evento están intentando alcanzar el medio millón de visitantes en esa semana (aquí), lo que habla bien claro de su éxito.
Están las fiestas que se hacen en Astorga o Las Guerras Cántabras en los Corrales de Buelna (Cantabria) de cariz mucho más popular pero con bastante éxito. Y por último el Evento con mayúsculas, el más importante en España por su extraordinaria calidad e intensidad de la programación: Tarraco Viva, en Tarragona, que acaba de cerrar sus puertas y tal vez sea su última edición a causa de los recortes sufridos en Cataluña. Toda una lástima ya que había logrado ser un evento de referencia en toda Europa y en España ningún otro le hacía sombra.
Personalmente me conformaría que en León tuvieramos simplemente un Evento, nada más, y que en los próximos años pueda crecer. Nada más.