Venimos haciendonos eco este tipo de noticias, por su interés para la reconstrucción histórica ya que aportan mucha más información que resulta necesaria para replicar vestimenta antigua.
En este caso la noticia (pincha aquí) explica una técnica que se ha aplicado a esculturas griegas, pero seguramente pueda aplicarse a otras épocas (romanas, medievales, etc.) podría llegar a cambiar nuestra percepción del arte del pasado.
Existe
una técnica para averiguar qué colores había originalmente en las obras
de arte. En el caso de las esculturas de la antigua Grecia, se sabe que
estaban pintadas
Una
técnica llamada “raking light” ha sido utilizada durante mucho tiempo
para analizar el arte. Consiste en poner cuidadosamente una lámpara para
que el camino de luz quede paralelo a la superficie del objeto. Cuando
esta técnica se utiliza en pinturas, las marcas del pincel y el polvo se
hacen visibles. En las estatuas el efecto es más sutil, los trazos del
pincel son imperceptibles, y como las pinturas tienen diferentes
concentraciones, la piedra se ve más elevada en algunas áreas y en otras
no —porque está protegida de la erosión por su capa de pintura—,
haciendo patrones que se vuelven visibles.
La
luz ultravioleta también se utiliza para distinguir patrones, con esta
luz muchos compuestos orgánicos se hacen fluorescentes. Los dealers de
arte usan rayos UV para saber si piezas han sido retocadas, ya que las
pinturas antiguas tienen muchos compuestos orgánicos y las pinturas
modernas no tantos. En las esculturas de la antigua Grecia, pequeños
fragmentos de pigmentos que todavía se encuentran en la superficie,
brillan con la luz.
Aún
cuando el patrón está rastreado el problema es descifrar de qué colores
estaban pintadas. Incluso si el pigmento es perceptible por el ojo
humano sin necesidad de la luz, sus miles de años de edad pueden cambiar
radicalmente la manera en la que se veía la estatua.
Los
colores se desvanecen con el tiempo pero los pigmentos hechos en la
actualidad, derivados de plantas y animales, rocas o conchas molidas, se
ven igual a como lo lucían hace miles de años. Estoy también puede ser
descubierto con la luz.
Los
rayos infrarrojos y el espectroscopio de rayos X pueden ayudar a los
investigadores a entender de qué estaban hechas las pinturas y cómo se
veían recién hechas. El espectroscopio funciona a partir de que los
átomos se comportan de manera distinta dependiendo de la energía que
absorban. Ciertos materiales sólo aceptarán un tipo de ondas de luz, lo
demás es reflejado. Los espectroscopios envían una variedad de ondas
como si fueran exploradores en una tierra foránea. Inevitablemente unos
cuantos no regresan. Los científicos deducen de qué materiales está
hecha la pintura dependiendo de las ondas que sean absorbidas. Los
infrarrojos ayudan a determinar los compuestos orgánicos. Los rayos X,
por su alto nivel de energía, no se detienen más que en elementos
pesados como piedras y minerales.
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